Se llama Carlos pero sus nietos lo bautizaron Lolo. Es un apasionado de las manualidades, las herramientas y los autos de carrera. Padre de 6 hijos y abuelo de 16 nietos.

Creativo por naturaleza, curioso e inquieto. Siempre quiere saber más (lo que no sabe lo averigua y lo aprende).

Siendo muy chico conoció el arte de la carpintería y fue así que surgió el hobby que lo acompañaría toda la vida.

Hoy, con 80 años, es quien transforma un pedazo de madera en estas lindísimas lapiceras que tornea a mano una por una.